domingo, 12 de febreiro de 2017

Ricitos de oro

Brandariz, Gabriel (2016), Ricitos de oro, ilust. Helen Rowe, trad. Alejandra Freund, Madrid: Ediciones SM, [10 pp.] (ISBN: 978-84-675-8235-2).



Breve descripción del formato y contenido de la obra: álbum ilustrado sobre un cuento popular en 3d. En la cubierta se muestra a los personajes de los que habla la historia, en la contracubierta aparece un resumen y el autor del libro. Ademas tanto la cubierta como la contracubierta son de tapa dura frente a las páginas interiores que son de papel.
En el interior del libro se van descubriendo las distintas ilustraciones del cuento y un breve texto en el fondo. En este se cuenta la historia de una  niña llamada Ricitos de oro, que estaba paseando por el bosque y vio una casita que le lla la atención, esta al  ver que non había nadie, entró.

En aquella casa vivía una familia de osos, una vez allí mi en la cocina un poco de sopa en tres platos y decidió comer la del plato pequeño, ya que estaba como le gustaba a ella, ni muy caliente ni muy fría. Luego fue al salón y tambien se sento en la silla más pequeña y por último también durmió la siesta en la cama del más pequeño. Pero los ositos al volver de paseo la encontraron allí y ella se despertó y salió corriendo, aprendiendo que no entraría en casas en las que no fuera invitada

Como es en 3D las imágenes que se están viendo parecen reales, por lo que facilita la lectura y desenvuelve la creatividad. También cabe destacar que estas son muy coloridas y tienen el tamaño adecuado de los objetos, por lo que a los niños no solo les va a llamar la atención para visualizarlas , también para manipularlas.



Potencialidades: como es un libro en 3D le  permite a los niños observar de una manera más real como es siendo la situación que se le está contando, motivándolos a que se acerquen a mirar como es cada página que se le cuenta, donde ellos descubren hasta el mínimo detalle. Además como es  una recreación de un cuento clásico le permite a estos, conocer una obra que pa generación tras generación, mostrándoles una moraleja, que es que no se entra en un sitio que no se conoce.

Ningún comentario:

Publicar un comentario